
El enorme hemisferio de estos lazos,
que se unen en la víspera encendida,
me envuelven sin mesura en su regazo,
aunque el miedo aun me tenga en agonía.
Temo a la falsedad y la ironía,
por las que susceptible me han herido,
pero si una coraza me cubriera, perdería la balanza y su armonía.
Eterno practicante enamorado
en busca de risibles sutilezas
no en vano cae quien habla por alarde
ante las fulminantes evidencias.
No le temo al amor ni a sus deleites,
le temo a su continua semejanza
creador de emocionantes espejismos,
y buen imitador de mi esperanza.
Amante corazón que en la contienda
continuas estrategias lo han vencido,
aunque vuelvo entusiasta a mas batallas,
la guerra es mi temor que no he vencido.
Universo en continuo movimiento
de mis curiosidades impulsivas,
puedo sufrir la errónea alternativa
pero no claudicar en perspectivas.
