Que triste huir del lugar al que un día escapaste por voluntad.
Que horror presenciar la destrucción de tu propia edificación.
Que desesperante ver tornarse en locura lo que un día aparentaba tanta lucidez.
Que amargo borrar las memorias por que las excusas se volvieron obvias.
Que pérdida de tiempo, de animo, de vida...