La conciencia física solo palpa lo que observa dejando a la inteligencia universal actuar con libertad frente a nuestros ojos que viven cubiertos de escepticismo.
El amor no es vulgar drama de comedia en horario de mayor audiencia disfrazado de sinónimos pasionales como cortina de humo a la conciencia pública.
El sexo, los celos, la lujuria, el chantaje, sometimiento, la ambición, la rivalidad y todos esos adjetivos que pretenden ser justificados en nombre del amor, en realidad son un jardín de maleza estéril que ni en su final feliz habrá reflejado jamas la germinación de un fruto de amor.
Así el auténtico propósito de amar, sigue desperdiciado y oculto a una nariz de la multitud que le aclama.
Se han escrito libros enteros y yo podría extender este párrafo hasta la infinidad, y el eclipse en sabotaje de predisposición por hábito ha hecho un trabajo tan impecable que hereditariamente nuestros genes asociarán amor con toda esa basura psicológica social.
Amar es amar.
El secreto es amar.
Respirar hasta sentir el infinito en nuestros huesos y a través de la emoción que eriza la piel simplemente invocar al amor hasta transpirar.
Amar es amar.
Concentrar el ruido y el silencio, el frío y el calor, la soledad y el acompañamiento en un plano homogéneo donde el alma sea entraña en movimiento para fecundar y abrigar el amor.
Amar es un todo.
Dudar es la nada.
Escoger es el libre albedrío y la oscuridad es esa celebridad con marca registrada.
¿Comprar tinieblas o gozar amor?
Hoy lo que no tiene marca y no cuesta nada es simplemente desabrido e inapetente.
Nadie comercia con el amor por que el amor no se atrapa; por eso los usurpadores grotescos que pretenden justificarse por amor son los comestibles.
Consumimos desechos industriales de la maleza estéril por moda, manía y novedad.
Amar se respira.
Aún nadie comercia con la atmósfera libre, pero no es apreciada por ser gratuita y asequible. Si restringieran y regularan el ejercicio de respirar libremente, quizá amaríamos la suerte de acceder a inhalar y exhalar por estar pagando la moda de esos derechos.
Amar es amar.
Y si te enamoras de la vida, cada átomo en tu esencia comenzaría a emanar tranquilidad, equilibrio, armonía y paz.
Amar es la simple conciencia de estar.
Presenciar la vida y apreciarla más.
Disfrutar la consecuencia de compartir sin adular, relacionarte sin depender, expresarte sin timidez, comunicarte sin chantajear, desprenderte sin padecer y finalmente deleitarte sin culpa y abundantemente la prosperidad atraer.
Amar es amar.
La costumbre cultural clama que es demasiado bello para ser real por eso te inclinarás a dudar como técnica usual.
Amar no tiene intermediarios, sinónimos o restricciones.
Amar es amar.
Una vez que amas, todo se transforma.
Metamorfosis del alma cuando se impregna de amor....