Nadie recorre tu camino por lo tanto a nadie le puedes enseñar nada, es de sádicos creer que la letra con sangre entra por que entonces nada habremos aprendido, simplemente nos habremos acostumbrado a ideas impuestas por el temor al castigo, sin embargo es un placer emocionante ayudar a quien te rodea a descubrir lo importante y a compartir lo aprendido.
Compartir es la forma más deliciosa de promover el conocimiento a través del lenguaje mismo del ejemplo y el reflejo constante de nuestra expresión corporal y la vibración emocional con la que proponemos cada idea.
Todo gira en un engranaje perfecto cuando el emisor y receptor saben que no están siendo títeres de un sistema pero si piezas perfectas de un armónico espacio y tiempo tras un universo por descubrir.
Aprender es una llave que abre un portal interno y es únicamente desde adentro se puede abrir la puerta al conocimiento.