Ya no estoy en donde todo me rodea,
estoy en este mundo interno, en este punto adentro, en este espacio etéreo donde no vive nada más
que la esencia y no muere nada más que la materia.
Tengo que prevaler la lucidez temporal y espontánea brotando de la fuente donde todo emerge.
Finalmente, ella se comunica cuando le nace,
no puedo forzar a las ideas por que brotan espontáneas, fuera del tiempo y los caprichos
de la mente, tarde o temprano emergen.
Hoy me siento naciendo, con los ojos nublados de sosiego y el alma frágil, rehusó a despojarme de las cáscaras que me envuelven con ataduras mentales amordazando el sentido y anclando mi propósito.
A mi no me ha desconcertado lo que no puedo, finalmente lo que no puedo tampoco me a apasionado, me ha tomado por sorpresa
lo que se que puedo y al parecer por preceptos implantados, muchas veces temo que no debo...
Llegue a este plano como un espíritu libre, extrovertido y lleno de curiosidades, ávido de explorar sin límites; pero llegué al lugar más desafiante y restringido en todo contexto.
Un entorno desprovisto de conciencia absolutamente tóxico y envilecido por doctrinas absurdas e instrucciones intransigentes bajo la excusa del “respeto” y la usanza que no es más que sumisión ante el poder.
He pasado del escándalo ensordecedor al ruido presuntuoso, ese ruido cotidiano que se va diseminando entre las palabras eventuales, palabras que sin significado van perdiéndose en el murmullo distante cuando esa misma distancia se convierte en soledad y el murmullo en rotundo silencio.
Es verdad que la verdad no existe, al menos no es única ni radical.
Cada uno posee su realidad apegada a su propósito así este parezca desde otra perspectiva, necio e irracional.
Nada mejor que refugiarse en la brújula del tiempo, que es sabio, certero, auténtico y hábil para hacer engranaje perfecto de justicia, sobriedad y equidad.
Así es que se fecunda un universo expansivo dentro de un singular personaje ¿y ahora, que hacer con esto?
A partir de allí queda un limitado grupo entre toda la humanidad que estaría apto para comprender lo escrito aquí (nadie quizá ) por que advierto la convulsion latente de una energía en cadena de gente sumergida en pesadillas que se presiente muriendo de dolor viéndose arrasados por el indomable tiempo, sin vehículo para este viaje, aferrados al cuerpo con fervor, profundo miedo... y por eso, llego el momento de que los soñadores comencemos a despertar, la pesadilla es el letargo.
No hay uniformidad, la vida es un fenómeno natural, llena de alteraciones, eventualidades, cataclismos internos, externos y transmutación.
Todos unidos por átomos y partículas pero divididos por ideologías y anhelos; otra interpretación del miedo.
Finalmente hay una cosa que lo arruina todo desde la raíz: “Las expectativas”
Ya sin ellas, la carga es más ligera y el espíritu vuela libre y sin odiseas... Y los ciclos son mágicos, ocurren cuando menos lo esperamos y más les anhelamos.
Cuando estamos dispuestos a especular que el sentido común es el más contaminado de los sentidos, podremos ver que no es “común” sin ataduras mentales y pierde total “sentido” sin memorias terrenales.
Este yo etéreo rescatado por fin de aquel yo humano, emancipado, libre…
Frente a la libertad sin más limitación orgánica, reconozco que YO, ya no era para nada la que nació conmigo…